FINISTERRE
![Imagen](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_JcRyfvAKp_mi4x5cXqlK9qMfqAYX3XhoX6q8Y0fLBXNpBNcyCaVozuFobvZcP_KjvDbRaJClVE5sx-vK_-yQtt_f28HEa1fs6Ezoj2zICUFyyOq1CFMnMKaSaCzjWY-Un7gqEbhxAAEb/s320/fondo-tropical-incons%25C3%25BAtil-hermoso-del-estampado-de-flores-de-la-selva-con-las-hojas-de-palma-las-flores-y-los-loros-rayado-74795785-1.jpg)
No termina de llegar este año la primavera. Abril la está regando y acicalando sin prisa para que, cuando estemos ya a punto de perder toda esperanza, se nos aparezca tardía pero extasiante, como esas vírgenes barrocas que salen, al fin, en procesión tras la tormenta. Dentro de unos días, como a la tierra, a mí también me nacerá una primavera. Me brotará de dentro, como un tallo que germina en un magma misterioso y que despuntará después, jugoso y fresco. Tendrá nombre de mujer. Mientras escribo estas líneas, la primavera aletea dentro de mí, anunciando su presencia de pétalos, abejas y pájaros, elixir condensado de vida. Fantaseo con que estos últimos fríos no han sido más que un guiño, un afán de sincronía: la tierra me espera para que nuestras primaveras lleguen la vez. ¡Pero yo nunca he parido una primavera! Tampoco un otoño de piel ocre y sabor a membrillo, ni un verano que oliera a espuma de ola y a cadencia pesante y calurosa de j...