EL GALGO ESPAÑOL: EL FIN DE UN IDILIO.


La primera vez que vi a un galgo tenía siete años. Dibujaba sobre un folio en blanco cuando, al trasluz, descubrí en el papel satinado la silueta de un animal, mitad perro mitad guepardo. Saqué unos cuantos folios más de su funda para ver si se repetía el milagro, y me maravilló comprobar que sí, que a través de mis dibujos infantiles y los documentos de mis padres, habíamos llenado, sin darnos cuenta, la casa de estos preciosos y misteriosos animales. Ya de adulta, mi vida se volvió a cruzar casualmente con la de los galgos -que esta vez eran de carne y hueso-, y como conocerlos es quererlos, ya nunca más se han ido.


Acariciar la frente alta y noble de un galgo es un lujo asiático. No exagero. En la antigua civilización Egipcia, los antecesores de esta raza eran, junto con los gatos, los animales de compañía preferidos de las familias más poderosas del Nilo, hasta el punto de que, como se narra en documentos de la época (cartas escritas por el griego Herodoto de Halicarnaso -s. V a.C.-, con motivo de su viaje a Egipto), la muerte de un can producía tanto abatimiento a sus propietarios que éstos llegaban a afeitarse todo el cuerpo en señal de duelo. Tampoco es ningún secreto que los Faraones elegían a sus amigos cánidos como acompañantes en su viaje al más allá, haciendo posible que, siglos más tarde, los visitantes del Louvre, del British o del museo de El Cairo (en todos ellos reposan varias momias de animales) podamos ser testigos boquiabiertos de este idilio antiguo y mágico entre el hombre y el perro.



Los romanos -pueblo más dado al pragmatismo que a los rituales divinos- demostraban su aprecio por estos animales acuñando su silueta atlética en el dorso de sus monedas, privilegio que en la actualidad reservamos a las más altas figura de la política, la intelectualidad o la cultura. También fueron ellos quienes le dieron al galgo el nombre por el cual lo conocemos hoy en día, bautizándolo como Canis Gallicus (perro de la Galia).


Galgo en el reverso de un denario romano. 


El galgo fue un animal apreciado incluso en la oscura Edad Media, época durante la cual se promulgaron un gran número de leyes que castigaban severamente su hurto, robo o muerte. Más tarde, Cervantes lo inmortalizará en el célebre comienzo de El Quijote, y, en el S. XVIII, el Diccionario de Autoridades, el predecesor de nuestro Diccionario de la RAE, lo recogerá también entre sus páginas, apuntando además varias expresiones de uso común en la época en las que se hacía referencia a este animal, muy apreciado en las cortes de los monarcas.



Repasando la historia de este bello velocista que tantos siglos ha permanecido leal, elegante y respetuoso, al lado del hombre, me cuesta aún más comprender el trato degradante que actualmente recibe en España. Este país que en pleno siglo XXI continúa encontrando un signo identitario en la matanza cruel del animal cuya estampa, soberbia y poderosa, le representa internacionalmente, se obstina en no poner fin a una práctica -la de la caza con perros, especialmente galgos y podencos-, prohibida en todos los países de la UE, que acaba cada año -se calcula- con la vida de unos 50.000 galgos, que mueren ahorcados, tiroteados, arrojados a pozos o simplemente abandonados tras la temporada de caza, sin que los poderes públicos consideren necesario intervenir.  Los países de nuestro entorno, en cuyos hogares terminan la inmensa mayoría de los galgos que las protectoras, con un esfuerzo y un tesón heroicos, rescatan cada año, nos observan con estupor. Mientras Alemania, Holanda o Bélgica reciben con honores a nuestros reyes defenestrados, en España se aprueban leyes que dan más poder a galgueros y cazadores, permitiéndoles incluso el entrenamiento de los animales atados a vehículos a motor, práctica en la que con frecuencia los galgos acaban sufriendo múltiples lesiones o incluso falleciendo arrastrados. 


Federico con su dueña.



Este desprecio hacia el galgo por parte de quienes deberían amarlo y protegerlo es la forma en la que nuestra sociedad -embrutecida, cavernícola e ingrata- compensa a estos animales su fidelidad secular.  Ellos, los galgos, siguen siendo bellos, nobles, leales, elegantes, sutiles. Su mirada sigue llena de inteligencia y dulzura. Un galgo transforma tu casa en un palacio, tu calle en un desfile, un paseo por la playa en un espectáculo de una belleza salvaje y sobrecogedora. Un galgo te convierte en faraón egipcio, en patricio romano, en aristócrata decimonónico... pero sobretodo, te transforma en una persona mejor.  Ellos nos siguen dando lo mejor que tienen, ¿qué nos ha pasado a nosotros?




Por cierto, GALGO PAPER, S.A., la empresa que fabricaba aquellos preciosos folios de mi niñez, quebró en 2007. Definitivamente, es el fin de un idilio.



* Las fotografías de estos galgos corresponden a la manifestación que tuvo lugar el día 5.10.2014 en Madrid contra de la caza con galgo, convocada por la Plataforma NAC (No A la Caza con galgos y otras especies) y apoyada por organizaciones en defensa del galgo como S.O.S. GALGOS, GALGOS 112, BAASGALGOS, FUNDACIÓN BENJAMÍN MENHERT, EVOLUCIÓN GALGOS, GALGOS SIN FRONTERAS, así como de los partidos políticos PACMA y EQUO.

Comentarios

  1. Es un placer leerte, tanto por el contenido como por su continente.
    Besos,
    Chema

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  2. Muchas gracias, Chema. Una alegría para mí que te hayas "pasado" por aquí.

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  3. Con tu permiso lo utilizo para una clase a alumnos de 3º de secundaria para el dia del galgo.

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    1. Isabel,encantadísima de que lo compartas, será todo un placer.

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  4. Violeta gracias por el.articulo!!!! Las de las botas soy yo y el galguito es mi.abulete Federico....

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    1. Pues ahora mismo pongo un pie de foto para que Federico quede bien identificado en la foto ;) ¡Gracias a ti por leerlo!

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    2. Gracias gracias y gracias ....

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Buenas tardes.
    Os felicito por el artículo.
    Aunq tengo que decirles que la información respecto a la Manufestscion del 5/10/2014 no es cierta.
    La manifestación fue convocada por la Plataforna Nac. No a la caza con galgos y otras razas, de la que soy fundadora y coordinadora.
    Este año seremos 15 ciudades las que simultáneamente nos manifestaremos en España el 7 de Febrero a las 12:00.
    Muchas asociaciones y algunos partidos políticos nos apoyan. Cada año más.
    Si quieren más información pueden escribirnos a noalacazacongalgosyotrasrazas@gmail.com

    Muchas gracias.

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    1. Muchas gracias, Gemma. Estuve en la manifestación y lo que indiqué en relación con los promotores en el artículo era la información que de ella me llevé. Por supuesto, si ha habido algún error (muy posible, porque una cosa son las organizaciones que la apoyan y otra el convocante, que ignoraba quién había sido), lo remedio de inmediato. Ahora os incluyo en el post. ¡Gracias por tu precisión y, sobretodo, por la labor tan inmensa que hacéis!

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    2. Gracias a ti por hacerlos visibles.
      Nos vemos el domingo 7
      Me gustaría conocerte

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  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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