Los perros de Atenas


El perro de San Roque no tenía rabo. Los perros de Atenas sí lo tienen (y orejas, y ojos confiados, y cuatro patas robustas de tanto subir y bajar la colinas que circundan la ciudad), lo que no tienen es dueño. O, dicho de otra forma, Atenas entera es su dueña. Son de todos y para todos, son perros públicos.



Los perros de Atenas habitan entre las ruinas de la antigua Ágora, se abren paso entre las hordas de turistas -ruidosos invasores- por los senderos que recorren la Acrópolis, pasean bajo la luz aplastante e impúdica de Grecia, y, cuando acecha el frío, duermen acurrucados los unos sobre los otros, bajo las piedras veneradas, expoliadas, exquisitas, del Erecteion.



 


Los perros de Atenas no han oído hablar de Pericles, ni conocen el significado de la bella palabra "democracia". Tampoco el de los vocablos "crisis", "deuda" o "rescate", aunque habiten la piel de Grecia desde mucho antes que ellas. Y, aunque amen instintivamente la ciudad que los acoge, tampoco sabrían explicarnos por qué Europa es y será siempre Atenas y Atenas debería seguir siendo Europa.

Son habituales, sin embargo, en las revueltas y manifestaciones que agitan las calles, en las que practican una suerte de pacifismo activo en defensa de su estilo de vida, contemplativo y relajado.



 




El chucho que me mira altanero desde lo alto de una edificación que, según reza una placa explicativa, fue construida hace más de 2.500 años para observar las estrellas, conocer la dirección de los vientos y calcular la hora solar, no sabe nada de ciencia, de astronomía ni de progreso.

Los perros de Atenas tampoco entienden de dioses. Se tumban al sol, descansan al abrigo de las piedras, beben de las fuentes, comen lo que les ofrece la tierra... La vida es su religión y los lugares donde habitan, sus únicos dioses.





Para los perros de Atenas su ciudad es su diosa. Habrá quien piense que eso de la adoración de los lugares no es sino una herejía perruna. Yo, sin embargo, creo que los humanos -siempre hambrientos de dioses- no estamos tan lejos de esta particular religión canina... Y no soy la única que lo piensa :) :

"Los lugares son dioses
anteriores a los dioses.
El templo procede de la cueva,
del bosque. El manantial
es anterior a todos los bautismos.
El vientre de la tierra nos dio a luz uno a uno
y nos espera. Somos
las sencillas semillas de un misterio.

Los lugares son dioses.
A los pies del Parnaso,
al ombligo del mundo, hoy acudimos.
En estas pobres piedras en silencio dejamos,
como quien pone una vela en la arena
o una flor en un vaso,
la pregunta que somos, el enigma
que vale más la pena sentir que resolver.

Los lugares son dioses y su oficio es callar.
El nuestro es sólo ser
meros fieles felices venerándolos"*.





* Extracto del poema "Delfos", contenido en el poemario "Atenas" de Juan Vicente Piqueras.

Comentarios

  1. Enhorabuena,Violeta, por tu hermoso blog. Has sabido meternos en la cultura helénica a través de los perros, y acercarnos a los misterios de la vida, los dioses, el destino y la muerte. Son muy acertadas las fotografías para el texto que acompaña.
    Sigue escribiendo pues nos gusta leerte.
    Enhorabuena otra vez.
    Fernando.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias, Fernando, por sacar unos minutillos para leer, y sobretodo por tu comentario. Las fotos no son mías, son "de archivo", recursos que encuentro en la red y que me parece que pueden enriquecer el texto.
      ¡Gracias de nuevo por estar ahí!

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  2. Que atinado relato nos traes en este mes de agosto en el que algo nos trajimos de los lugares que visitamos y algo nos dejamos también.
    ¡Me apunto a la religión perruna!!!!
    Una intención para el nuevo curso. Leeré “Atenas” de Juan Vicente Piqueras.
    Un deseo: visitar Atenas, su Acrópolis, su museo y su ciudad perruna.
    ¡Vivan los viajes y los relatos!!!!

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  3. Qué bonito es conocer nuevos lugares y, como tú dices, Nieves, qué de cosas nos traemos y nos dejamos en ellos quienes tratamos de viajar con los sentidos bien abiertos! Espero relato de México en fechas no muy lejanas :)
    Mil gracias por leer y por ese comentario tan lleno de energía y de entusiasmo (como todo lo que dices/haces).

    ¡Un beso grande!

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  4. Hola Violeta:
    Como siempre, da gusto leerte sea cual sea el tema que abordes. Así que no pares de narrarnos todo lo que recojan de la vida tus sentidos. Me ha encantado tu relato y me has hecho pensar en Atenas, desde otro punto de vista mucho más hermoso de lo que últimamente estaba acostumbrado a recordar.
    Enhorabuena de nuevo por tus relatos.

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    Respuestas
    1. Gracias, Eduardo por echarle un ojo a lo que escribo y por leerlo siempre con la mente tan abierta y tan receptiva. Y sí, me gusta pensar que la mirada es capaz de embellecer un poco las cosas.. La ciudad, la persona, los hechos, etc., desde luego son lo que son, pero el enfoque es definitivo :) ¡Gracias!

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  5. Me encanta esa forma de escribir que te va lanzando de palabra a palabra y de frase a frase sin que te des cuenta.
    No conozco Atenas, pero gracias a tí la añoro, no por la ciudad en sí, sino por la posibilidad de vivir en ella como un perro "anarquista", sin dios y sin amo.
    Enhorabuena.

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  6. Comparto tu fantasía ateniense de una vida libre (en el sentido más completo y más profundo de la palabra) bajo el sol. Mil gracias por leer y por comentar.

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